Los marcadores genéticos poseen gran potencial de predicción y están relacionados con la predisposición de presentar efectos fenotípicos. En este caso, poseer una variante genética u otra puede predisponernos a presentar niveles bajos de ciertas vitaminas. Esto supone una gran ventaja para nosotros ya que averiguando si portamos una variante u otra podemos asegurarnos que nuestra dieta contenga suficientes alimentos con el contenido adecuado de las vitaminas necesarias.

Consumir la cantidad necesaria de vitaminas y nutrientes es importante para planificar mejor la dieta que se adapte a nosotros, ya que es importante asegurar la cantidad diaria recomendada de estas vitaminas.

Para ello, LifeGenetic estudia las mutaciones responsables de aumentar el riesgo de tener niveles bajos de ciertas vitaminas en nuestro organismo. Estas vitaminas son:

– Vitamina A: La vitamina A es un nutriente que incluye un número de compuestos relacionados como el retinol y ácido retinoico, y es importante en numerosas funciones del organismo incluyendo la visión o el sistema inmunológico.

– Vitamina B2: Esta vitamina se encuentra en una gran variedad de alimentos. Niveles bajos de esta vitamina suponen altos niveles de homocisteína y ello supone un alto riesgo de aparición de enfermedades asociadas.

– Vitamina B6: La vitamina B6 promueve la salud de los glóbulos rojos y está implicada en el metabolismo de la glucosa. Niveles bajos de esta vitamina puede ocasionar ciertas patologías asociadas con el debilitamiento del sistema inmune.

– Vitamina B9: El folato desempeña un papel importante en el metabolismo de las proteínas, así como en la reparación del ADN y puede disminuir los niveles de homocisteína en la sangre.

– Vitamina B12: La vitamina B12 juega un papel importante en la función del sistema nervioso. La deficiencia de esta vitamina incluye fatiga y debilidad.

– Vitamina C: El ácido ascórbico, o vitamina C, no puede ser sintetizada, debe ser ingerida. Tiene propiedades como antioxidante o síntesis de colágeno

– Vitamina D: La vitamina D es importante en la absorción y utilización del calcio, lo que es beneficioso para mantener los huesos sanos.

– Vitamina E: La vitamina E es un grupo de ocho moléculas antioxidantes, de las cuales el alfatocoferol es la más abundante en el cuerpo. La vitamina E promueve un sistema inmunológico resistente y ayuda a regular otros procesos metabólicos.